Según el último informe de Save the Children repensar la educación afectivo-sexual es una urgencia en España
Proveer a los y las jóvenes con una educación afectivo-sexual que tenga en cuenta la igualdad y la diversidad sexual y de género es necesario para su desarrollo, de lo contrario, corremos el riesgo de que las nuevas generaciones construyan su sexualidad sobre unas bases estereotipadas, violentas y desiguales.
Como señala el último informe de Save the Children titulado “(Des)información Sexual: Pornografía y Adolescencia”, el currículum español no cuenta con una educación activo-sexual reglada, aunque podría incluirse de forma transversal con la futura Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE).
El informe recoge los datos de una encuesta realizada a 1.680 estudiantes de entre 13 y 17 años a los que se les preguntó cuántas horas de educación sexual habían recibido en su centro en los últimos dos años. Un 15,6% de los encuestados contestaron “ninguna”, y más del 50% únicamente “entre 1 y 4”. A la luz de estos datos, no resulta extraño que la adolescencia continúe reclamando más información sobre sexualidad.
De forma general, la educación afectivo-sexual en los centros educativos de España se imparte a través de talleres de corta duración y está dirigida a adolescentes, olvidando la importancia de que la sexualidad se trabaje desde edades tempranas, señala Save the Children.
Además, el informe destaca la necesidad de reorientar la perspectiva de estos talleres. Por un lado, falta un enfoque activo que contemple la dimensión afectiva y emocional de la sexualidad. Asimismo, la falta de un enfoque en igualdad de género y feminista es otra de las carencias de la educación sexual en nuestro país, por ello desde Save the Children se insta a abordar la sexualidad desde temas como la masculinidad, el empoderamiento femenino, la diversidad sexual y de género, los estereotipos, etc.
Sin embargo, como apuntan desde Save the Children, la educación no se da únicamente en las aulas, sino que estamos constantemente educando y siendo educados y señala también la importancia de que las familias y la sociedad en general se involucren en la educación afectivo-sexual de los y las más jóvenes sin tabús ni prejuicios. Por ello, el informe incluye recomendaciones dirigidas a poderes públicos, adolescentes y sus familias, profesionales de la educación y la salud y recomendaciones para la sociedad accesibles desde la página web de la organización.