Hoy celebramos 100 años del nacimiento de Paulo Freire

Hoy celebramos el centenario del nacimiento de Paulo Freire. Un excelente momento para releer su obra, tan actual y necesaria como el día que se escribió.

Hace justo un siglo nació Paulo Freire en el seno de una familia empobrecida en Recife, Brasil. En sus 75 años de vida, Freire sufrió hambre y necesidad, vivió en el exilio y fue perseguido por sus ideales políticos. Sin duda, su forma de ver la educación y de luchar contra las injusticias, ha cambiado la visión que actualmente tenemos de la educación.

Entre sus múltiples legados hoy queremos destacar el papel central de la esperanza. La esperanza es una necesidad vital de todo ser humano, sin ella no podemos vivir. En momentos en los que las injusticias sociales se multiplican (ayudadas también por la gestión de la pandemia), necesitamos más que nunca soñar por un mundo mejor. Pero, como nos decía Freire, no sirve cualquier esperanza, tiene que ser una esperanza crítica. Esa que parte de una profunda reflexión sobre nuestras acciones, como individuos y como sociedad, sobre nuestras conexiones e imaginarios sociales, para pasar inmediatamente a la acción, la llamada praxis de Freire, que contribuirá a cambiar el mundo.

Mi esperanza es necesaria pero no es suficiente. Ella sola no gana la lucha, pero sin ella la fuerza flaquea y titubea. Necesitamos la esperanza crítica como el pez que necesita el agua incontaminada.